Empezamos un año nuevo y llega el momento de pararnos a pensar. Pensar sobre las cosas que nos gustaría conseguir. Pensar sobre las cosas que nos gustaría cambiar. ¡Es el momento de hacer un listado de buenos propósitos!

¿Te ha pasado que otros años tu listado de buenos propósitos no te ha servido para mucho? Empiezas la dieta ilusionada, pero al cabo de unos días se pincha la pelota. Y pasa otro año más sin haber conseguido adelgazar, ¡y sin haber alcanzado nada de lo que te habías propuesto!

¡Este año puede ser diferente! Voy a darte unas recomendaciones para que escribas un listado de buenos propósitos realmente efectivo. ¿Quieres saber cómo un listado de buenos propósitos puede ayudarte a alcanzar tus metas? ¡Sigue leyendo!

Priorizar

En primer lugar, te recomiendo que elijas sólo uno, o como mucho dos propósitos que sean realmente importantes para ti. Tener un listado muy largo de buenas intenciones es la mejor fórmula para no poder cumplir ninguna de ellas. Ya se sabe: “quien mucho abarca…”

Normalmente, los propósitos que nos proponemos en el comienzo de año implican cambiar de hábitos. Cambiar de hábitos es un proceso duro, que requiere mucho tiempo y esfuerzo. Si tratas de hacer demasiados cambios a la vez, es muy probable que te veas sobrepasada y tengas que abandonar.

Esto lo veo muchas veces en mi consulta, con pacientes que se proponen perder peso y dejar de fumar a la vez. Ambos son objetivos muy respetables, pero juntos se boicotean el uno al otro. Es mucho más efectivo afrontarlos de uno en uno.

Por eso, es preferible pensar qué propósito es prioritario para ti en este momento y elegir ese como objetivo para poner en tu listado. Ya tendrás tiempo más adelante para proponerte más cosas. Especialmente si consigues llevar a cabo el propósito que te hayas propuesto ahora, verás como eso te dará fuerza y confianza para querer afrontar un nuevo reto.

Lo que sí se puede hacer es elegir solo un objetivo principal que después se puede subdividir en sub-objetivos. Por ejemplo, si tu objetivo principal es perder peso, te puedes proponer como sub-objetivos: a) mejorar tu alimentación, b) hacer ejercicio y c) controlar tu ansiedad.

Plantear el objetivo de forma adecuada

Para eso, nada mejor que utilizar el método SMART (acrónimo del inglés Specific, Measurable, Achievable, Relevant and Time bound). Te explico lo que significa y cómo puedes aplicarlo a tu listado de propósitos de este año.

Específico (Specific)

Por ejemplo, ponerse como objetivo “Perder peso” es demasiado inespecífico. Plantéate cuánto peso te gustaría perder. Escribe en tu listado de propósitos un objetivo concreto como: “Perder 2, 5, 15 kg…” o los kilos que tú quieras. Para las chicas, otra forma de medir de forma específica cuánto adelgazas es la ropa. Puedes proponerte “Adelgazar hasta que me valgan mis vaqueros favoritos”.

Medible (Measurable)

En el caso de adelgazar es muy fácil medir los progresos: pesarse con regularidad, probarse ropa que quedaba pequeña…

Hay otro tipo de propósitos que pueden resultar más difíciles de medir: los cambios de comportamiento. Por ejemplo, imagina que en tu propósito por comer mejor te propones comer más fruta. La forma ideal de medir los cambios de comportamiento es seguir un diario. Pongamos que el objetivo específico que te planteas es “Comerme 3 piezas de fruta todos los días”, si todos los días escribes lo que comes, al final de la semana puedes hacer un repaso general y valorar cuántos días has sido capaz de llegar a tu objetivo.

Alcanzable (Achievable)

Sé sincera contigo misma. Otras veces que has intentado adelgazar te has quitado como máximo 3kg, ¿crees que ponerte de objetivo perder 25 kg es alcanzable para ti? A lo mejor acaba siéndolo, pero es preferible que, de primeras, te pongas una meta que te creas. Una meta que sea un reto pero que no consideres imposible. En el ejemplo anterior podrías proponerte perder 5kg. Es más de lo que has conseguido en otras ocasiones, por eso es un reto, pero seguramente no lo ves inalcanzable, y por eso vas a ir a por ello. Además, piensa que para ponerte metas más ambiciosas siempre hay tiempo.

Relevante (Relevant)

Esto es muy, muy importante. Es el factor que va a contribuir más a tu motivación ¿El objetivo que te propones es realmente importante para ti? ¿Perder peso es realmente importante para ti? Si piensas que “necesitas” adelgazar porque otros te lo dicen (tu madre, tu médico…), entonces este no es un objetivo adecuado para ti. Las presiones externas no son buenas musas. Tus objetivos tienen que salir de ti, tienen que inspirarte a ti, no a los demás.

Escoge propósitos que realmente te importen y recuérdate con mucha frecuencia por qué te importan. Es muy buen ejercicio hacer un listado de las razones por las que quieres conseguir ese objetivo. En el ejemplo de adelgazar, pregúntate ¿para qué quiero adelgazar? Y escríbelo como parte de tu objetivo: “Quiero perder 10 kg para verme guapa y poder ponerme la ropa de esa tienda que me gusta”, “Quiero perder 10 kg para reducir mi colesterol y evitar tener un infarto como tuvo mi padre” …

En Tiempo (Time bound)

Todos los propósitos que te plantees tienen que estar delimitados en el tiempo. Es la mejor forma de que te sientas en cierta parte “presionada” a cumplirlos. Si no te pones límites de tiempo es muy fácil procrastinar (dejarlo para luego).

Eso sí, en el tema de adelgazar hay que tener mucho cuidado con proponerse límites de tiempo que sean alcanzables. Perder 10 kg en 2 semanas es un objetivo específico y limitado en el tiempo, pero no es realista, ni para ti ni para nadie. Si te propones algo así tienes todas las papeletas de fracasar. Proponte una meta que se pueda lograr de verdad. Para adelgazar yo te recomiendo pensar en perder entre 2-4 kg al mes. ¿Te parece poco? Ponlo en perspectiva: si eres consistente con esta pérdida de peso puedes perder entre 24 y 48 kg en un año ¡Eso es mucho peso! Mucho más de lo que la mayoría necesita perder. La pérdida de peso, para que sea saludable y sostenible en el tiempo tiene que ser un proceso más o menos lento.

En otros ejemplos de limitar en el tiempo tus metas: “Comerme 3 piezas de fruta todos los días (desayuno, media mañana y merienda)”, “Ir al gimnasio 2 días a la semana (lunes y miércoles)”, etc.

Conclusión

Este es un ejemplo de cómo suele escribir todo el mundo su listado de buenos propósitos (antes) y de cómo sería conveniente hacerlo, siguiendo estos consejos, para que sea realmente útil (después).

Hacer un listado de buenos propósitos a principios de año es el principio de un nuevo comienzo. Espero que este post te haya sido útil y te ayude a conseguir todo lo que te propongas en 2021.

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¡Feliz Año Nuevo!