¿Eres de los que lo vas dejando, lo vas dejando… hasta que un día tienes la nevera llena de telarañas?
¡Así es imposible comer bien!
En realidad, te entiendo. Hacer la compra es una lata. A mí también me aburre un montón.
Pero, si quieres comer sano, no hay escapatoria: hacer una buena compra es realmente importante.
La buena noticia es que, con un poco de práctica, se puede conseguir hacer la compra perfecta, que te ayude a seguir tu plan dietético, y sin dedicarle demasiado tiempo.
¿Te doy ideas? ¡Sigue leyendo!
No compres alimentos “zancadilla”
¿A qué me refiero con alimentos zancadilla? A esos que te hacen caer en la tentación y te complican seguir tu dieta.
Al hacer la compra hay que evitar comprar alimentos demasiado tentadores (= ”zancadilla”). No tener en casa estos alimentos es una gran ayuda para evitar momentos de debilidad y hace más fácil seguir la dieta.
Lo que se compra es lo que se come. Esto parece evidente, pero cuando estamos llenando nuestro carrito de la compra tendemos a olvidarlo.
¿Quién no ha salido del supermercado con un cargamento de patatas fritas, bollos, pizzas y helados? Cuando compras esas cosas piensas que son para ocasiones especiales. Por si viene alguien a casa, para un día del fin de semana… pero al cabo de pocos días, todas las patatas fritas, bollos, pizzas y helados han desaparecido! ¡¿Cómo pudo ser?!
Ten clarísimo que la disponibilidad de un alimento favorece su consumo. Si tienes la nevera y los armarios llenos de alimentos tentadores y poco saludables, no dudes que los vas a consumir con mucha más frecuencia de la que deberías.
La fuerza de voluntad se gasta, no la desperdicies
Saber que tienes en casa ese alimento que te gusta tanto es una tentación que va a perseguirte hasta que acabes cayendo en ella, de forma que convivir con una tableta de chocolate o con un chorizo de pueblo, puede convertirse en una tortura para quien está intentando adelgazar.
Hay personas que cuando hacen dieta tienen su nevera llena de tentaciones, pero dicen que son capaces de resistirse. Piensan que de esta manera ponen a prueba su fuerza de voluntad y se demuestran a sí mismos que son capaces de autocontrolarse.
A mí, eso no me parece una buena idea en absoluto. A lo largo de un periodo de pérdida de peso hay muchas ocasiones en las que necesariamente uno tiene que ejercer su fuerza de voluntad. Por ejemplo: cuando se come fuera o con amigos, cuando hay un cumpleaños en el trabajo… no gastes tu energía en resistir una tentación que puedes evitar, acabarás agotado.
Ponerte tu entorno fácil, sin tentaciones a mano que te pongan la zancadilla, es lo más efectivo para que la dieta sea llevadera.
En resumen, está claro que NO TIENES QUE COMPRAR NADA DEMASIADO TENTADOR Y POCO CONVENIENTE.
Compra comida de verdad
Para poder comer sano es imprescindible tener en casa todo tipo de alimentos saludables.
Imagina que vas a desayunar y en el frutero solo queda una triste pera medio pocha… Comer tus 3 piezas de fruta del día va ser complicado hoy…
No tener lo necesario hará que comas “cualquier cosa”, lo que suele ser sinónimo de comer mal.
¿De qué tienes que llenar tu cesta de la compra? Fundamentalmente comida de verdad. Como dice Michael Polland, comida que tu abuela pueda reconocer como comida. De forma muy resumida: fruta, verdura, leche, carne, pescado, huevos, pan, pasta, arroz, patatas, legumbres, frutos secos y aceite de oliva.
Sí, como ves, en la cesta no incluyo fiambre de pavo, hamburguesas de espinacas, tortitas de arroz, yogures de proteínas ni cereales con virutas de chocolate negro… Este tipo de cosas están muy de moda, pero no son comida natural, ¡y no es necesario comerlas para hacer una dieta saludable! (Que si quieres comer de estas cosas de vez en cuando está bien, pero no te vayas a creer que son realmente importantes para tu dieta).
Te adjunto un modelo de lista de la compra saludable. Pincha para descargarte el pdf.
Consejos prácticos para hacer la compra
Si sigues estos consejos conseguirás evitar la compra por impulso. Es decir, evitarás comprar cosas que no necesitas o que no te convienen.
- Ten un día fijo para hacer la compra. Así planificarás tu vida dejando ese espacio reservado. De otra forma, es muy fácil que cualquier otra cosa vaya desplazando tu compra y acabes con la nevera vacía.
Lo recomendable es que sea un día a la semana. Recuerda que para comer saludable hay que comer comida de verdad y la fruta y la verdura fresca no te duran más que eso.
- Haz una lista de la compra y síguela. Planifica la compra pensando en el menú de la semana, revisa en casa qué alimentos necesitas y apúntalos. En el supermercado sigue la lista y compra sólo lo que esté apuntado.
- No vayas a la compra con hambre, si vas a comprar con el estómago vacío tendrás muchas posibilidades de acabar comprando cosas que no necesitabas. Y sí, a tí también te pasa esto (aunque no te des cuenta). Estoy harta de oír a mis pacientes decir que se saben esta recomendación pero que no la siguen…
- Evita pasar por los pasillos del supermercado que tienen los alimentos más tentadores para tí, ¡ojos que no ven…!
- Haz la compra por internet (o por teléfono/mail/whatsapp, en algunas tiendas). Así eliges directamente los productos que necesitas sin necesidad de ver nada más, ahorras un montón de tiempo en desplazamientos y te lo suben a casa, ¡todo ventajas!
Te garantizo que si tienes en cuenta todos estos consejos, y sigues el modelo de compra saludable que te he dejado, en poco tiempo dominarás el arte de hacer bien la compra y tu dieta será mucho más saludable.
¡Y recuerda que si necesitas más ayuda puedes tener una consulta conmigo!
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