Nada mejor que un helado para refrescar una calurosa tarde de verano.
Pero… ¿Sabías que los helados son auténticas bombas calóricas?
Comerse un “inocente heladito” todas las tardes hará que vuelvas de vacaciones habiendo recuperado todos los kilos que habías conseguido adelgazar con tanto esfuerzo.
¿Estás dispuesta a tirar por la borda tanto trabajo?
Tranquila, ¡hay opciones! Vamos a pensar en alternativas para que puedas disfrutar de tus helados este verano sin coger ni un kilo.
Diferentes tipos de helados
De toda la vida distinguimos entre los helados cremosos y los de hielo.
Su composición nutricional es muy diferente. Los cremosos son los peores para controlar el peso.
- Helados cremosos:
Este tipo de helados son los helados de cucurucho y los bombones helados. Se hacen a base de nata (u otro tipo de grasas) y azúcar. Estos helados son los más calóricos por su elevado contenido de grasas. Tampoco son muy saludables para la salud del corazón porque las grasas que tienen son saturadas (de las malas) y suben el colesterol.
Este tipo de helados son prohibitivos cuando se está intentando controlar el peso. Podrías comerte 1 o 2 a la semana como mucho. Si comes más, seguro que la báscula no va a ir bien.
- Helados de hielo
Son los polos y los sorbetes. Se hacen a base de agua con azúcar (¡mucho azúcar!). Este tipo de helados son bastante menos calóricos que los cremosos porque no tienen grasa, pero tienen un contenido muy alto de azúcar, así que tampoco es que sean súper saludables.
De estos podrías tomar 5 o 6 a la semana sin engordar. Siempre y cuando no hagas excesos por otro lado, claro. ¡Todo no se puede! Si todos los días te tomas un polo y también una cerveza, la báscula se va a quejar.
No tengas helados en el congelador
Especialmente si eres muy heladera, tener helados en casa es lo peor que te puedes hacer.
No te engañes, como tengas helados en tu congelador, van a estar llamándote a todas horas. Acabarás cayendo en la tentación más veces de las que te conviene.
Los alimentos muy tentadores (y muy calóricos) es preferible dejarlos para comerlos fuera de casa. Es mucho más fácilmente controlable.
El tamaño importa
Como con todas las cosas muy calóricas, el tamaño importa… ¡y mucho!
Comer una tarrina de 500g de tu helado favorito (>1.000 kcal), puede equivaler a comerte prácticamente todas las calorías que te tocaba comer a lo largo de un día, si estás haciendo dieta. ¡Una barbaridad! Si te comes solo una bolita, ya es otra cosa.
Las versiones “mini” de los helados más comerciales, como los Cornetto o los Magnum, tienen la mitad de calorías que los de tamaño original. Te puedes quitar el gusanillo con el mini heladito.
La mejor recomendación para que los helados no te amarguen el verano, es que los consumas sólo ocasionalmente, eligiendo un formato pequeño y ¡disfrutando cada bocado!
Pero, si eres muy heladera, esta solución seguro que no te ha gustado mucho… ¿Hay otra opción? ¡La buena noticia es que sí! ¡Puedes pasarte a comer helados dietéticos saludables!
Helados dietéticos y saludables
Mucho cuidado con dejarse confundir. Los helados sin azúcar que venden en algunos supermercados y heladerías no son necesariamente muy dietéticos.
En los helados cremosos la principal fuente de calorías es la grasa. Quitar el azúcar no reduce mucho las calorías. Los helados cremosos sin azúcar no son un buen sustitutivo de los helados normales.
¿Existen los helados dietéticos? Sí, existen. Te los tienes que preparar tú misma con ingredientes saludables. Son realmente fáciles y rápidos de hacer y salen muy ricos.
Si quieres tomarte todas las tardes un helado, y no engordar en el intento, esta es la única posibilidad.
Recetas de helados saludables
Te explico como hacer helados light con fruta y leche o yogur desnatado:
- Ingredientes: fruta al gusto, leche o yogur desnatado y edulcorante (¡si quieres que sea dulce, dulce!)
- Modo de preparación:
- Cortar la fruta elegida en un tupper y meterla a congelar troceada.
- Meter la leche o el yogur en el congelador.
- Al día siguiente, sacar la fruta y la leche o el yogur del congelador y poner en el vaso de la batidora.
- Añadir edulcorante acalórico al gusto (sacarina, stevia…), preferiblemente líquido, porque se diluye mejor.
- Batir. Si no tienes un robot de cocina y está demasiado duro para tu batidora, puedes esperar 10 minutos hasta que los ingredientes se descongelen un poco.
- Sugerencias de presentación:
- Se puede tomar así, con cuchara servido en una copa bonita.
- Si prefieres tomarlo con palito, meter la mezcla anterior en un molde para helados y poner en el congelador unas 6 horas más.
- También puedes dejarlos preparados de un día para otro y mantenerlos en el congelador en un tupper.
Te dejo recetas de algunas combinaciones ganadoras:
- Yogur natural desnatado, 1 taza de fresas, 1 plátano y edulcorante al gusto.
- Yogur natural desnatado, 2 cucharadas de cacao puro en polvo desgrasado, 1 plátano y edulcorante al gusto.
- Yogur desnatado sabor coco, 1 rodaja de piña, 1 plátano y edulcorante al gusto.
- Yogur natural desnatado, 1 taza de cerezas deshuesadas y edulcorante al gusto.
- Yogur natural desnatado, ½ mango, 1 plátano, 1 cucharada de zumo de lima, ralladura de la cáscara de media lima y edulcorante al gusto.
Estas son de mis recetas favoritas. Pero, como sabes, ¡en la cocina el límite está en tu imaginación!
¡¡¡Experimenta y busca tu helado del verano!!!
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